‘Pregar a pintura’ | © Museo de Pontevedra

Bellas Artes lleva al Museo de Pontevedra doce artistas que expanden la pintura más allá del lienzo

21 mayo 2024

‘Pregar a pintura’ es el título de la exposición que el Museo de Pontevedra inaugura el miércoles 22 de mayo y que se inserta en la colaboración de esta institución con la Facultad de Bellas Artes. Con el investigador Carlos Fer como comisario, esta muestra reúne las creaciones de doce artistas formados en este centro y conectados por un concepto común, tener desarrollado obras en las que la pintura se expande más allá de las dos dimensiones del lienzo.

Se trata, como señala el comisario, de piezas que “replantean el concepto del cuadro como ventana, para incorporar lenguajes más relacionados con las existencia humana y huir de la bidimensionalidade inexistente en la naturaleza”.



Con la participación tanto de estudiantado de grado y doctorado como de artistas que finalizaron sus estudios en la facultad en los últimos años, esta exposición pretende “dibujar un retrato actual de la Facultad de Bellas Artes”, como señala Fer, estudiante de doctorado e investigador del grupo dx5 (Digital & Graphic Art Research). Con ese objetivo, la muestra reúne las creaciones de doce representantes de una generación de artistas “marcada por el digital”, pero que “crean un arte prófugo del pulido de las pantallas, fuxitiva del plano virtual”.

‘Pregar a pintura’ se inaugura este miércoles 22 a las 19.30 horas, en un acto que contará con la participación del vicepresidente de la Diputación Rafa Domínguez y del vicedecano de Cultura de Bellas Artes, Ignacio Pérez-Jofre.

Esta exposición podrá visitarse hasta el 21 de julio en el claustro del Edificio Sarmiento y da continuidad a la línea de colaboración entre museo y facultad, tomando el relieve de las exposiciones organizadas conjuntamente en años anteriores, como fue el caso de ‘Campo de sementes 2’, que pudo verse entre noviembre y enero.


Una de las piezas de Sabela Condesa | © Museo de Pontevedra

Pliegues que se convierten en elementos pictóricos

Como recoge su texto de presentación, la muestra “escenifica una realidad de la pintura cada vez más presente”, la presencia de ruegues o dobreces que se convierten en un “elemento pictórico, compositivo, configurador y conceptual”, que hacen que el cuadro deje de ser una “superficie bidimensional”. Esta idea se hace patente en propuestas que transforman físicamente la propia estructura del cuadro, como las del estudiante de doctorado Alberto Ardid, o el «Bastidor roto» del alumno de grado Manuel Balsas. Del mismo modo, esta reformulación de la idea de la pintura define creaciones como las de la investigadora Tatiana Lameiro, que “juega con la matriz y el deshecho en la gráfica”, o Sabela Condesa, quien “deja secar la pintura para jugar con ella”, convirtiéndola en un material tridimensional.

Otros proyectos proponen reinterpretaciones de las cartografías y de la superficie del territorio, como el cúmulo de fragmentos de papel pintado de Julio Catalán, quien presenta una serie de “mapas pintados” que posteriormente “rompen en pequeñas islas”. La idea del territorio define también piezas como la de la estudiante Isis Huerga, que “explora la memoria y la identidad a través de los mapas”, o la de Ruth Vidal, que emplea una pintura serigráfica de relieve, convertida “en un material tridimensional” al aplicarle calor. La graduada Sol Mussa, por su parte, expone “un globo terráqueo rogado para caber en una bolsa de viaje con las medidas permitidas” por las compañías aéreas de bajo coste.

Por otra parte, el trabajo con tejidos conecta las creaciones de las estudiantes Cristina Souto y Goa Vázquez, quien presenta una pieza nacida de una investigación relacionada con el arte ecológico. Por su parte, Andrea Otero acerca una “composición caótica de recortes irregulares de camisetas y pantalones”, mientras que la alumna de doctorado Sara Piñeiro crea “una gran piel que recobre un bastidor invisible”, en una pintura ‘hecha de cientos de otras imágenes’.

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